La memoria histórica y su paso al formato digital

Los que hemos decidido seguir alguna profesión relacionada con las ciencias sociales y las humanidades (historia en mi caso), tenemos bien presente la importancia de los acervos dedicados a resguardar documentación que, en algunos casos, tiene varios siglos de antigüedad. Estos tienen un valor incalculable ya que, debido a nuestra formación, apreciamos más que el común de las personas la gran riqueza cultural que tales archivos encierran, pues representan la memoria histórica de una sociedad que, dependiendo del tipo de repositorio (puede ser municipal, estatal, eclesiástico, militar, nacional, agrario, etc.) puede dar matices bastante exactos de la identidad de una población, región o país entero.

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Tomo XXI de la recopilación de leyes, decretos y providencias de los poderes legislativo y ejecutivo de la nación, correspondiente al año de 1875

Los documentos que se resguardan en estos acervos son de diverso tipo, pero emitidos casi siempre por instituciones oficiales, por lo que no es raro encontrar decretos, leyes, providencias, discursos, minutas, correspondencia, entre muchos otros tipos de papeles, de las diversas instancias administrativas que componen a un gobierno. Entre estos documentos encontramos también los diarios, en especial los publicados por el gobierno, y que contienen noticias acerca de las acciones administrativas, legislativas y de diversa índole de dicha administración.

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Portada de la revista «científico-literaria» México militar

Pero también encontramos colecciones de diarios privados y de distinto signo político que son conservados, en algunos casos, desde el primer número. Así, es posible consultar algunos periódicos (en México al menos) que datan del siglo XIX. No obstante, y debido al tiempo que ha pasado y a otros factores, como el mal manejo del que han sido objeto durante años, el material en el que fueron impresos y las condiciones de almacenamiento al que han sido sometidos, muchos ejemplares no se encuentran en condiciones óptimas e, incluso, algunos se han perdido por esas razones.

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Consulta en el AGN de «El Imparcial», diario oficioso editado en la ciudad de México a finales del siglo XIX y principios del XX

He aquí donde entra la importancia del formato digital y la conciencia que han adquirido diversas casas editoriales y de prensa en conservar y conceder acceso a sus publicaciones (ya sean diarias, quincenales, mensuales, semestrales o anuales) mediante sus portales en línea. Marilín Gonzalo hace una muy buena recopilación de los sitios de diversos países de habla hispana (México incluido, desde luego) en los que es posible acceder y consultar hemerotecas que, en algunos casos, contienen documentos de hasta un siglo de antigüedad.

Los sitios a los que hace referencia Gonzalo en México son:

Claro que existen otras dependencias, ya gubernamentales, ya privadas que han subido sus archivos para ser consultados en línea, pero no consisten únicamente en obras de publicación periódica, si no que tienen que ver con lo específico de sus funciones, como el Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (en continuo y constante crecimiento), la Biblioteca Digital Bicentenario y la Colección Digital de la Universidad Autónoma de Nuevo León, por citar tan sólo algunos ejemplos, sin olvidar claro, los esfuerzos del Archivo General de la Nación por ir haciendo disponible, aunque sea en parte, la enorme cantidad de documentos que se encuentra a su cuidado.

Los esfuerzos en este sentido se han orientado a la digitalización de los papeles que, por sus malas condiciones, deben encontrarse resguardados permanentemente y no permitir su consulta al público general. Lo que si bien nos veda de la posibilidad de “palpar el documento” original, nos beneficia en el sentido de que podremos consultar el mismo en su versión digital sin necesidad de acudir personalmente al acervo correspondiente, permitiéndonos ahorrar tiempo y dinero en nuestras investigaciones.

Sin embargo, la transición al formato digital no está exenta de peligros para la consulta y acceso a tan valiosos documentos, pues diversos factores podrían dejar sin funcionamiento a uno o varios sitios. Los virus informáticos, las acciones de hackers que pueden “tumbar” sitios como forma de protesta, problemas con el abastecimiento de la red eléctrica, la destrucción de los servidores donde se alojan los archivos, y la privatización de las empresas que resguardan los documentos pueden ser peligros reales para el acceso libre de estos acervos digitales.

Como ejemplo de este último caso tenemos al hasta hace algunos años famosos portal “Paper of Record”, que puso a disposición de cualquiera que accediera a su sitio una enorme cantidad de recursos hemerográficos de numerosos países y con antigüedades variables, entre los que se encontraba una importante colección de publicaciones mexicanas. Pues bien, este sitio, que ofrecía acceso libre y sin restricciones a sus colecciones fue comprado por el gigante informático Google, por lo que Paper of Record cesó sus operaciones, dejando al nuevo dueño del acervo la tarea de poner en línea los materiales recién adquiridos, cosa que, desde luego, no sucedió.

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En un post de abril de 2009 la American Historical Association, señalaba el problema y el predicamento en el que había dejado a las investigaciones relacionados con la historia de México, no sólo de profesionales mexicanos de esa disciplina, sino de otras partes del mundo, Estados Unidos incluido.

El 13 de abril de ese mismo mes, la Asociación Mexicana de Historia Económica se pronunció al respecto, asentando su desacuerdo en lo relativo a la imposibilidad de acceder a los periódicos desde que Google se hizo cargo de los materiales de Paper of Record.

La Asociación Mexicana de Historia Económica (AMHE) protesta enérgicamente porque Google ha impedido el acceso a los periódicos mexicanos digitalizados y almacenados en Paper of Record […] Con más de 490 títulos, Paper of Record se volvió una referencia indispensable y de extraordinaria utilidad para la investigación en historia y humanidades. Paper of Record fue el portal electrónico más grande de periódicos históricos en lenguaje español, cubriendo tres siglos y más de 20 millones de páginas de noticias.
Paper of Record firmó un convenio con Google en 2006, por el cual recibió financiamiento para continuar digitalizando periódicos antiguos. Sin embargo, desde mediados de enero de 2008, Google impidió el acceso a los acervos de información de Paper of Record (3). Cada vez que se intenta acceder al sitio de Paper of Record (http://www.paperofrecord.com), el usuario termina en el incompleto proyecto hemerográfico de Google News (http://news.google.com/archivesearch). El resultado es que no se puede entrar a los periódicos mexicanos, por más que se manipulen los términos o las configuraciones de búsqueda.
Así, Google ha impedido la difusión de numerosos periódicos mexicanos del siglo XIX y XX. Esta acción atenta contra la investigación histórica y documental sobre México. Algunos de los periódicos que ya no se pueden consultar son: El Monitor Republicano, El Siglo Diez y Nueve, El Economista Mexicano, etc.

Finalmente, Paper of Record está disponible nuevamente, con la ligera diferencia de que ahora para poder consultar el acervo habrá que desembolsar una buena cantidad de dinero.

El peligro de que las colecciones digitales desaparezcanpor los factores ya señalados o como producto de negociaciones entre poderosas empresas como Google es real, y habrá que estar atento a las formas de preservar estos acervos, mantenerlos siempre disponibles y garantizar su fiabilidad y libre acceso.


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4 respuestas a “La memoria histórica y su paso al formato digital

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